LA GOBERNANZA: UNA NUEVA FORMA DE GOBERNAR FRENTE A LOS PROBLEMAS PÚBLICOS

Graduates from the law school hold up gavels in celebration during their commencement at Harvard University in CambridgeTal vez seamos la primera generación que consiga poner fin a la pobreza, y quizás seamos también la última que todavía tenga posibilidades de salvar el planeta. Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Ya entrados en el siglo XXI, es necesario dar solución a los grandes problemas públicos que comienzan en las localidades y que, cuando no se logran atender, se extienden más allá de las fronteras, complicando aún más ponerles punto final. En este contexto, la coordinación de diferentes instituciones, tanto públicas como privadas, nacionales, regionales e internacionales se convierte en una necesidad imperiosa.

Al interactuar distintas instituciones en la solución de un problema, de hecho, estamos frente a un caso de gobernanza. Vista en sentido general, determina quién tiene el poder, quién toma las decisiones, cómo intervienen en el proceso otros jugadores y cómo se rinden cuentas (Arellano, Sánchez y Retana, 2014). La gobernanza tiene que ver, en mayor medida, con la forma en que se organiza y estructura la autoridad y la decisión para llevar a cabo ciertos fines definidos por alguien o por algunos. (Fukuyama, 2013: 4)

Todo lo anterior es derivado de procesos complejos que aún no terminan de asentarse en los diferentes países, porque cambian la concepción vertical del poder y la reorientan por la vía del trabajo en red. Para compensar el deterioro del funcionamiento y la imagen institucional, en los Estados libres se han implementado mecanismos innovadores que frecuentemente se originan en organismos internacionales, la gobernanza no es la excepción.

La Comisión Trilateral (1975), el Banco Mundial (en sus reportes de 1989 y 1992) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, 1992), cuestionaron la validez de los gobiernos tradicionales para expresar los procesos de política pública, sobre todo donde los recursos financieros y la legitimidad son limitados. Un buen sistema de gobernanza implica legitimidad, libertad de asociación y participación, libertad de los medios, marcos legales justos y establecidos, rendición de cuentas y transparencia, acceso a la información libre y válida, administración efectiva y eficiente del sector público. (Aguilar, 2014)

La agenda de trabajo firmada antes de asumir el poder político

Aunque podría parecer inusual para la mayoría de las personas, implícitamente, la agenda de los gobernantes ya está definida y comprometida para los próximos 15 años. Con el inicio de 2016, ha entrado en vigor la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Esto implica que, en el marco de su soberanía, el trabajo de los gobiernos de los Estados miembros deberá estar encaminado a cumplir los Objetivos de la Agenda, documento que integra las dimensiones social, económica y ambiental, y que asimismo atiende aspectos relacionados con la paz, la justicia e instituciones eficaces. También reconoce como esenciales la movilización de medios de aplicación, los recursos financieros, el desarrollo y transferencia de tecnología, desarrollo de la capacidad, así como el papel de las alianzas.

En este contexto, el examen de los avances se llevará a cabo periódicamente en cada país, con la sociedad civil, las empresas y los representantes de varios grupos de interés. A nivel regional, los países compartirán experiencias y tratarán asuntos comunes, mientras que, con carácter anual en ONU, el Foro Político de Alto Nivel sobre el Desarrollo Sostenible (FPAN) hará un balance de los progresos a nivel mundial, identificando las deficiencias y cuestiones emergentes y recomendando medidas correctoras. (Resolución 70/01)

El gran reto desarrollador de la gobernanza

La gobernanza, en sí misma, implica una paradoja: mientras que en un sentido busca el desarrollo de las comunidades desde lo local, en la práctica aspira a la coordinación y coherencia en las políticas de los países miembros de organismos internacionales.

Por otra parte, la gobernanza aún no es una realidad y requiere elementos tanto del gobierno como de la sociedad. Desde el gobierno, se necesitan autoridades y funcionarios estrictamente institucionales, representativos, abiertos a la participación ciudadana en deliberaciones y acciones, conscientes de su insuficiencia para resolver problemas vitales para el futuro de la sociedad, con la autoridad intelectual y moral de liderazgo político y no únicamente por las atribuciones y poder de su cargo. Por el lado de la sociedad, la gobernanza solamente es posible a partir de la capacidad, con la cooperación, confianza y el sentido de compromiso público, lo cual exige creación de ciudadanía y capital social. (Aguilar, 2014: 20)

Con la participación de distintas instituciones como empresas, organizaciones de la sociedad civil y distintos órdenes de gobierno, interactuando entre sí o con organismos internacionales inclusive, coloca en una posición sin precedentes a la generación actual para cumplir los 17 nuevos objetivos mundiales incluidos en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible que incluye, entre otros, poner fin a la pobreza, al hambre, lograr una vida sana, garantizar la educación, la igualdad entre los géneros, empoderar a todas las mujeres y las niñas, superar los problemas relativos al agua, garantizar el acceso a una energía sostenible y moderna para todos, el crecimiento económico sostenido, infraestructuras resilientes, reducir la desigualdad en y entre los países, fomentar sociedades pacíficas.

Lizbeth Gutiérrez Obeso

La autora es Licenciada en Ciencias Políticas y Administración Pública, y Maestra en Derecho Constitucional y Gobernabilidad por la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), donde, además, cursó la Especialidad en Mercadotecnia Política y Gestión de Medios, así como el Doctorado en Filosofía (PhD) con orientación en Ciencias Políticas en el ámbito de Gobernanza Ambiental en materia de Cambio Climático (aún en curso). Fue Jefa Ejecutiva de la Oficina y editora del Centro de Estudios Parlamentarios de la UANL, y cuenta con experiencia en formación cívico política al trabajar en la Comisión Estatal Electoral Nuevo León y el Instituto Nacional Electoral. Es articulista de la Revista Mujer y Poder, y fue blogger invitada por la plataforma votemos.mx y deLiberación, A. C.

Escríbele a la autora en contacto@staffparlamentario.com

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2 comentarios en “LA GOBERNANZA: UNA NUEVA FORMA DE GOBERNAR FRENTE A LOS PROBLEMAS PÚBLICOS

    • Lizbeth Gutiérrez Obeso. dijo:

      ¡Muchas gracias por tu comentario, Francisco! En gran medida el Plan para la educación cívico política que vaya a implementar el INE en 2016, si viene reforzado por Comunicación, Educación y SEDESOL, sería un gran primer paso. Esto, claro, con la injerencia de las OSC y organismos internacionales.

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